Presentan proyecto de ley marco para la protección y gestión integrada de la costa en Chile

La Ley de Costas —presentada en el Día Mundial de Los Océanos en un seminario internacional con presencia de parlamentarios, la academia y organizaciones sociales—, busca robustecer y dar una mejor gobernanza a las múltiples actividades que ocurren en la zona costera, además de  proteger y dar una adecuada gestión a los ecosistemas marino-costeros.

Las experiencias de legislación costera de California en Estados Unidos, Uruguay, España y Sudáfrica, entre otras, sumado a la actual condición de los ecosistemas costeros en Chile, fueron el sustento para que un grupo de investigadores, abogados y miembros de la comunidad organizada, desarrollaran la primera propuesta de Ley de Costa en nuestro país. Luego de varios años de trabajo, la iniciativa fue dada a conocer el pasado 8 de junio en el Seminario internacional “Gobernanza costera y sus implicancias: Lanzamiento proyecto Ley de Costas para Chile”. La actividad fue organizada por el Observatorio de la Costa, CIGIDEN, el Instituto Milenio en Socio-Ecología Costera (SECOS) y Chile California Council.

Durante el seminario, la directora del Observatorio de la Costa e investigadora SECOS y CIGIDEN, Carolina Martínez, junto a Ignacio Martínez, abogado de la comisión jurídica del Observatorio de la Costa y Fundación TERRAM, presentaron el marco conceptual en donde se inserta esta propuesta de ley, sumado a los alcances que tendría la normativa. La instancia además contó con el apoyo y la participación del senador Alfonso de Urresti y del rector de la Universidad Católica, Ignacio Sánchez.

“Hemos trabajado durante tres años en el Observatorio de la Costa para entregar esta propuesta de ley, que es una invitación a replantear la actual normativa para proteger nuestra costa tan degradada por falta de gestión integrada y explotada por un modelo económico que segrega y vulnera a las personas y los ecosistemas”, comentó Carolina Martínez, también académica de la Facultad de Geografía de la Universidad Católica.

“En estos últimos años se ha avanzado mucho; se han construido más diálogos y acuerdos con muchas personas e instituciones. Hoy se marca un hito con esta propuesta concreta. Hay muchas y muchos chilenos que entienden la importancia de cuidar los océanos y el borde costero y aquellas áreas interiores relacionadas, y ellos ya saben que no basta con medir con medir altas y bajas mareas o con proteger los humedales costeros. Entienden el concepto de ecosistema, la importancia que tiene para la vida de las especies, entre ellas la humana”, dijo el senador De Urresti.

Para Martínez, considerar las capacidades científicas para la toma de decisiones políticas, junto al apoyo de la comunidad en general, podría hacer de una nueva Ley de Costas una realidad en el país. 

Borde costero: definición que permanece tras 28 años de cambios

Actualmente, la ciencia define la zona costera como un área de transición entre procesos de origen continental y marino, que forman una interfase de difícil delimitación hacia el continente. En Chile, esta zona de transición, debido a la configuración geográfica, puede llegar hasta cuatro o cinco kilómetros hacia interior y contiene extensos campos dunares, humedales costeros, playas fósiles y ecosistemas milenarios y que son parte del patrimonio que guarda vestigios paleontológicos y arqueológicos. Sin embargo, esta zona hoy es reflejo del crecimiento urbano  y otras actividades económicas.

Por su parte, la legislación actual está definida por la Política Nacional de Uso del Borde Costero, promulgada en 1994 y que, hasta la fecha, no ha sido revisada nuevamente. De acuerdo a la normativa, el borde costero es “aquella franja del territorio que comprende los terrenos de playa fiscales situados en el litoral, la playa, las bahías, golfos, estrechos y canales interiores, y el mar territorial de la República, que se encuentran sujetos al control, fiscalización y supervigilancia del Ministerio de Defensa Nacional, Subsecretaría de Marina”. 

Al comparar estas dos definiciones de borde y zona costera, se desprende que el borde definido por la normativa vigente no cubre toda la extensión que realmente tiene la zona costera definida por la ciencia, y que hoy, más que una zona costera, se está administrando la zona del intermareal de la playa y la línea de playa de más altas mareas. 

“La legislación actual no va más allá de 200 metros, quedando sin protección alguna todos los ecosistemas que van hacia atrás y que son formas heredadas de procesos pasados y que necesitan ser protegidos, porque son parte de la zona costera”, establece Carolina Martínez y agrega que “nuestra legislación ha ido interpretando de una manera muy reduccionista el concepto sistémico de zona costera, y lo ha ido relegando de lo que la ciencia entiende por zona costera”.

“Tenemos una costa altamente antropizada principalmente por modelos de crecimiento urbano que no tienen control. Estamos urbanizando y perdiendo nuestros ecosistemas, principalmente playas, dunas y humedales, a una velocidad gigantesca. Esto ha ido generando un aumento en la vulnerabilidad ante amenazas naturales, que son recurrentes por localización geográfica. Este modelo de crecimiento urbano y las formas de ocupación, a través de este modelo económico, están generando una crisis en la costa que se está traspasando a la sociedad y las comunidades, y está exponiendo vidas humanas”, reflexiona la académica UC.

¿Qué propone la Ley de Costas?

La ley, propone una transformación sostenible de la costa haciendo un aporte desde la ciencia a las política públicas y tomadores de decisiones, relevando los saberes locales y el proceso de co-construcción con las comunidades. 

De esta forma, la Ley de Costas reconoce principios básicos de sostenibilidad y desarrollo humano (carácter público de la costa); incorpora una visión sistémica y gestión integrada de áreas costeras; reconoce la costa y no solo su borde; promueve la descentralización (nuevo ordenamiento territorial con Gobiernos Regionales); promueven las decisiones basadas en ciencia y participación ciudadana; e integra diferentes marcos normativo específicos.

“Chile requiere una ley de costas que permita reconocer y conservar la interacción entre los ecosistemas terrestres y marino costeros, además de integrar elementos de adaptación al cambio climático y gestión de riesgos de desastres”, destacó el abogado del Observatorio de la Costa y Fundación Terram, Ignacio Martínez.

Así, el propósito de esta propuesta de ley es la protección de los ecosistemas marino-costeros y, para ello, propone seis objetivos:

  1. Determinar y delimitar la zona costera, considerando especialmente para ello las transformaciones litorales producto del cambio climático, la variabilidad climática y la reducción de los riesgos de desastres.
  2. Garantizar el acceso público y el uso equitativo y sostenible de la zona costera, así como a las beneficios, servicios ecosistémicos y oportunidades que esta brinda.
  3. Propender hacia una gestión integrada y coordinada de la zona costera, con enfoque socio-ecológico, de carácter descentralizada, participativa y que reconozca la diversidad geográfica y ecosistémica de las áreas litorales del país, así como de los distintos valores socio-culturales y usos tradicionales asociados a ellas.
  4. Reducir el riesgo de desastres y mejorar la resiliencia y capacidad de adaptación de los sistemas marino-costeros frente al cambio climático, incluyendo el aumento del nivel del mar.
  5. Asegurar la protección y conservación de los ecosistemas marino-costeros y la integralidad de sus componentes naturales, incluyendo la biodiversidad asociada y los procesos ecológicos que se desarrollan en ellos, procurando una adecuada representatividad de los mismos.
  6. Regular la utilización sostenible y racional de los bienes públicos y bienes comunes existentes en la zona costera, privilegiando aquellos usos que, por su naturaleza, no puedan ser desarrollados en otro lugar o se encuentren íntima e indubitadamente relacionados con los servicios ecosistémicos costeros.

Además, la propuesta incluye diversos enfoques y principios orientadores que deben ser observados por las autoridades públicas al momento de interpretar y aplicar la ley, así como al adoptar decisiones en materia de ordenamiento, gestión y gobernanza costera. Estos enfoques son los de Gestión Integrada de Zonas Costeras; ecosistémico o por ecosistemas; de reducción del riesgo de desastres y de interculturalidad; y los principios precautorio o de precaución; de justicia ambiental; de coordinación y cooperación intersectorial; y participativo o de participación.

Por último, entre otros aspectos, la ley propone una nueva configuración costera que supere la visión normativa de borde costero del litoral, extendiendo los alcances normativos del espacio costero a áreas continentales, en que existe una comprobada interacción entre los ecosistemas marinos y costeros.

“Hoy se requiere reforzar el carácter público que posee la costa y el deber que tiene el Estado como garante de su conservación y justo acceso. Creemos que es posible avanzar hacia un concepto más integrador como el de zona costera, sin necesariamente terminar con algunos elementos que ya se encuentran asentados en nuestra regulación costera”, finalizó el abogado.