Instituto Milenio SECOS fortalece la formación de pre y postgrado con la entrega diez nuevas becas a estudiantes

Cinco estudiantes de pregrado, dos magíster y tres de doctorado son los nuevos beneficiarios con becas  del Instituto Milenio SECOS. El estudio de algas, moluscos, mitílidos, crustáceos, las interacciones tierra-mar, la evolución costera y la confianza en las instituciones marino-costeras, son algunos de los temas que desarrollarán  como parte de sus tesis.

Formar una nueva generación de investigadores en sistemas socioecológicos costeros, es parte de los pilares del Instituto Milenio en Socio-Ecología Costera (SECOS). Es por ello, que en 2021 se integraron 39 estudiantes de pregrado, 9 de magíster y 19 de doctorado, provenientes de distintas universidades del país, donde cinco obtuvieron becas por parte del instituto para apoyar sus investigaciones  para pregrado y magíster durante un año. Todos ellos, también trabajan junto a diversos investigadores SECOS, a lo largo de las  siete estaciones de campo marinas con las que trabaja el Instituto y que cubren 1.500 km de costa nacional.

“Este primer año ha sido clave para planificar un proceso basado en el aprendizaje, con una dirección estratégica clara, comprometiendo la colaboración de investigadores y estudiantes. En los próximos años proyectamos que como SECOS avanzaremos en la información del cambio socio-ecológico para reducir la vulnerabilidad, así como en la transformación hacia caminos deseados para la sostenibilidad costera”, explica Pilar Haye, directora alterna del SECOS y académica de la Universidad Católica del Norte (UCN).

Así, para este 2022, con el fin de promover la formación de investigadores jóvenes de postgrado, diez estudiantes asociados al SECOS obtuvieron becas para apoyar sus procesos de investigación en programas de pregrado y magíster en varias universidades de Chile. 

De acuerdo a los becarios, parte de la motivación para integrarse al centro del programa Milenio de la Agencia Nacional de Investigación de Desarrollo (ANID), es la forma de hacer ciencia inter y transdisciplinaria, la cual integra la interacción entre los sistemas naturales y humanos, además de la orientación a la sostenibilidad de la costa. 

Impacto de las variables ambientales en mitílidos y crustáceos

Charel González, ingresó este año al Magíster en Ecología Marina de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (UCSC), en la capital de la Región del Biobío. La estudiante explica que siempre tuvo interés en la investigación, particularmente en ecología molecular, por lo que, en pregrado estudió biología marina justamente para dedicarse a ello. 

Así, su investigación trata de evaluar cómo las variables ambientales diferenciadas en una escala geográfica reducida, en este caso el fiordo y seno de Reloncaví, afectan la estructura genética espacial de los mitílidos. El estudio en el que los investigadores SECOS Carlos Lara, docente de la UCSC, Nicolás Segovia, de la UCN ,y Bernardo Broitman, de la UAI, integran el comité, intentará dilucidar cómo estas mismas variables ambientales podrían estar repercutiendo de forma diferenciada en las poblaciones silvestres o naturales (wild-type), con respecto a las poblaciones de los centros de cultivo. 

“Creo que es súper importante conocer las dinámicas que están ocurriendo en estos sectores donde se dan estos sistemas socioecológicos, ya sea para gestionar o manejar de mejor forma los recursos o para conocer cómo se está realizando esta actividad y si va a ser sostenible en el tiempo. También es importante para la actividad económica a nivel socioecológico, ya que los mitílidos son ingenieros ecosistémicos y sostienen gran cantidad de otros organismos, ya sea por refugio o alimento”, explica la estudiante de magíster.

Amante de la naturaleza, de hacer trekkings y andar en bicicleta para conocer su entorno, Charel explica que desde que llegó a vivir a Concepción desde Santiago,  “recorrer los alrededores ha sido una forma muy importante de salir de la rutina, poder conectar con la naturaleza y las playas de la zona”.

Karen Garcés cursa el quinto año de Biología en la Universidad de Concepción, está interesada en la oceanografía y en entender procesos importantes entre organismos y factores físicos que están siendo afectados por el cambio climático. Guiada por el profesor Cristian Vargas de la UdeC, su investigación de pregrado trata en cómo las variables de acidez (pH) y oxígeno  fluctúan en escala día-noche, en eventos de surgencia y no surgencia, y cómo esta variabilidad afecta en el metabolismo del panchote (Taliepus dentatus) un crustáceo que habita las costas del Golfo de Arauco.

La bióloga, quien también es madre y anteriormente estudió Medicina Veterinaria, explica que cree relevante conocer pequeñas escalas de variabilidad de parámetros físicos, para conocer cómo están afectando a los organismos que están expuestos directamente a ella. “El inminente cambio climático prevé un aumento e intensificación de fenómenos como la surgencia, por lo que es importante conocer cuán adaptados podrían estar los organismos que se ven enfrentados a esto, en especial aquellos que tienen interés comercial, como lo es el panchote”, agrega.

Confianza en las instituciones, estudio de especies e impacto de la sequía en las desembocaduras de ríos

Cristobal Acuña es estudiante de Ingeniería Comercial en la Universidad del Desarrollo (UDD Concepción) y es amante de la música y el fútbol. Tiene gran interés general en la ciencia ,y en particular, quiere desarrollarse en psicología económica. Su tesis, en la que el investigador SECOS y UDD, Felipe Vásquez, es su profesor guía, medirá el efecto de la confianza en las instituciones a través de un programa de monitoreo y prevención de marea roja. “Nuestro objetivo con este estudio, es aportar para que la creación de políticas públicas y toma de decisiones, se realicen con menor probabilidad de error”, explica Acuña.

Por su parte, Nicolás Olivares estudiante de Biología Marina en la Universidad Católica del Norte, dice que desde pequeño el mar siempre ha estado en su vida, por lo que conocer más sobre este y los seres vivos que lo habitan, le parece fascinante. Su investigación, guiada por la directora alterna del SECOS y académica UCN, Pilar Haye, averiguará si la especie Emerita analoga, popularmente conocida como pulga de mar en Chile, que habita en el sustrato arenoso ubicado en la desembocadura del río Aconcagua y cercano a esta, se ve afectada por el gran impacto antropogénico proveniente de las actividades que se realizan alrededor del curso de este río, además de analizar si  puede calificar como una especie bioindicadora. 

“La contaminación es un hecho que ocurre en todo el mundo y nos afecta a todos, por lo que el ir conociendo más sobre ello siempre será importante. Esta especie se encuentra de manera abundante en muchas playas arenosas de todo Chile y es de fácil identificación, por lo que su estudio puede ser de ayuda en un futuro para conocer sobre el estado de los ecosistemas costeros arenosos y el impacto de las actividades humanas en ellos”, explica Olivares.

Vicente Méndez, es tesista del Magíster en Ciencias Naturales con mención en Oceanografía, de la Universidad de Concepción. De formación geólogo, durante el pregrado estudió la variación de la descarga de sedimentos de ríos durante la mega sequía en Chile central, lo que despertó su curiosidad en saber qué ocurre cuando los ríos llegan al océano y cómo se puede ver afectado el ecosistema costero ante variaciones en los ríos. 

Así, su investigación para el grado de magíster se centra en los ríos una vez que llegan al océano. “Quiero cuantificar o visualizar el impacto de la mega sequía y efecto antrópico en la descarga de los ríos en los océanos utilizando como proxy (material de estudio) el sílice disuelto. De esta manera, una disminución del sílice podría implicar una disminución de microorganismos que son dependientes de este nutriente. Esto significa un efecto negativo en la producción primaria y con ello, efectos en toda la cadena trófica”, explica el tesista. 

Asimismo, Méndez explica que el “encuadre social” del SECOS, lo llamó a participar del Instituto. “A mi parecer, el enfoque principal de las ciencias tiene que ser la naturaleza como tal, y por ello se debe centrar en la sociedad puesto que una sociedad que conoce y respeta la naturaleza puede crecer en equilibrio con ella. Si se busca investigar sin considerar el efecto de la humanidad, se estará sesgando una parte muy importante y relevante de nuestro ecosistema”, concluye.

Aportando al conocimiento de algas en la zona central

Benjamín Pinilla, es estudiante de cuarto año de Biología Marina en la Universidad Andrés Bello (UNAB) y actualmente trabaja en el Laboratorio de Ecología y Biología Molecular en Algas (LEBMA) de la misma casa de estudios, con la investigadora SECOS y UNAB, Loretto Contreras. Su interés reside principalmente en el área de las ciencias aplicadas para desarrollar la biotecnología a partir de organismos marinos.

Su investigación de pregrado, consiste en identificar diferentes especies de lechugas de mar (Ulva spp), desde la bahía de Algarrobo en Chile, específicamente en la playa Los Tubos. “Al conocer qué especies de algas conforman una localidad, pueden reflejarse las condiciones que hay actualmente y compararlas con las de años atrás, para entender la dinámica de la composición de especies, y cómo cambian las condiciones ambientales con los años”, comenta el alumno de la UNAB.

 “Me interesa trabajar en SECOS porque trabaja con diferentes disciplinas y porque trata de buscar una forma de mejorar la sostenibilidad en los océanos y las regiones costeras, incluyendo actividades como la pesca artesanal, cultivos de mariscos y el desarrollo costero y tratando de conseguir el bienestar humano a largo plazo, que representa todo lo que me gusta de la ciencia; buscar el desarrollo a partir de algo que es subestimado en Chile, la socioecología sostenible”, finaliza el estudiante.

Adicionalmente, y trabajando con la misma especie (Ulva spp.) la alumna de Biología Marina de la UNAB, Javiera Mutizabal, obtuve una renovación de su beca para este 2022 para trabajar en la caracterización taxonómica de las especies del genero Ulva spp. (Chlorophyta, Ulvaceae), también en el intermareal rocoso de la playa Los Tubos, en Algarrobo.

Estudiantes de doctorado: secuestro de carbono azul, factores en la persistencia de bancos naturales de machas y evolución del litoral central de Chile

Para este 2022, tres estudiantes de doctorado de la Universidad Católica del Norte, Universidad Católica y Universidad Santo Tomás, obtuvieron becas de mantención por un período de 12 meses. Uno de los requisitos para obtener este financiamiento, era realizar una tesis de carácter interdisciplinario en el marco de los Sistemas Socio-Ecológicos con que trabaja el SECOS tener como profesor(a) guía,  al menos un investigador del Instituto. Así, Carmen Liza y Marina Hernández, doctorandos que ya obtuvieron beca en 2021, pudieron renovarla para este año, mientras que Ana María Mora, obtuvo por primera vez la beca. 

Carmen Liza es Ingeniera Pesquera, proviene de Perú y cursa el Doctorado en Biología y Ecología Aplicada, impartido en conjunto entre la Universidad Católica del Norte y la Universidad de La Serena. Su profesora guía es la directora alterna del SECOS, Pilar Haye y su principal interés es determinar qué factores influyen en la persistencia de bancos naturales de la macha (Mesodesma donacium) en la región de Coquimbo, para lo cual se encuentra realizando un estudio a través del conocimiento local, la genómica del paisaje y respuestas fisiológicas.

Por su parte, Marina Hernández,  licenciada en Ciencias del Mar, llegó en 2016 a Chile desde España y cursa el Doctorado en Geografía de la Universidad Católica. Junto con la investigadora SECOS, Carolina Martínez, estará estudiando la evolución costera y realizará un análisis de multiamenaza en la Ensenada de Algarrobo, en contexto de cambio climático. 

Por último, Ana María Mora, profesora de Biología y Ciencias Naturales, es parte del Doctorado en Conservación y Gestión de la Biodiversidad de la Universidad Santo Tomás. Con la guía de los académicos UST e investigadores SECOS y CIICC-UST, Rodrigo Estévez y Nelson Lagos, estudiará el secuestro de Carbono Azul en cultivos de orden de Laminariales (orden de grandes algas perteneciente a la clase Phaeophyceae), asociados a sistemas socio-ecológicos costeros de Chile Central.