25 May Vincula: Nace iniciativa que promueve el aporte de las universidades chilenas al proceso legislativo
La plataforma facilita mediante un sistema que opera con inteligencia de datos, el encuentro entre académicos y parlamentarios para que los primeros colaboren en el desarrollo de nuevas leyes, brindando conocimiento y evidencia científica.
La desconexión que a menudo puede producirse entre el mundo de los políticos y el que habitan los académicos de las universidades es un tema recurrente en la academia. Para acortar esta distancia, se origina el proyecto Vincula, una plataforma desarrollada con inteligencia de datos que permite poner en contacto a parlamentarios y expertos universitarios, con la finalidad de aportar con conocimiento la tarea legislativa.
Como lo haría una red social o aplicaciones que buscan conectar a personas con intereses comunes, el sistema cuenta actualmente en su fase de marcha blanca con más de 400 académicos registrados, de diversas universidades chilenas que pueden ser contactados por parlamentarios o asesores legislativos según ámbitos temáticos de interés. Al registrarse en la plataforma, los investigadores autorizan que sus datos de productividad científica sean utilizados para, mediante técnicas de procesamiento de lenguaje natural, crear perfiles con áreas de conocimiento, que permitan la búsqueda y recomendación de perfiles de expertos a quienes lo requieran, para la elaboración de una iniciativa de ley.
El sistema también operará bajo una lógica bidireccional, en el sentido de que cada vez que se discute en el Congreso sobre una determinada materia se le envía una alerta a los académicos registrados según su perfil y ámbito de competencia, lo que facilita su participación oportuna en el proceso. Por otro lado, al quedar registro público de la participación de un científico en el proceso legislativo, no sólo se valoriza su aporte, sino que queda disponible para el resto de la comunidad, lo que junto con fomentar la deliberación pública permite enriquecer la discusión agregando más antecedentes.
“El sistema está hecho para permitir que te encuentren, pero también ofrece una ventana de oportunidad para la participación proactiva y oportuna de todos quienes quieran aportar con su conocimiento al proceso legislativo”, cuenta Francisca Reyes, directora de Vincula, académica del Instituto para el Desarrollo Sustentable (IDS) de la Universidad Católica e investigadora CAPES y del Instituto Milenio de Socio-Ecología Costera (SECOS).
La docente explica que tradicionalmente la distancia que ha existido entre la comunidad académica y los parlamentarios puede graficarse con el Gran Cañón del Colorado. “Puedes ver al que está en el otro extremo, sabes que existe, pero es tan profunda la brecha entre ambas orillas que casi no hay posibilidad de cruzar, encontrarse y comunicarse, lo que genera que sean dos mundos que operan prácticamente por separado”, cuenta.
Su diagnóstico tiene como punto de partida un estudio que realizó junto al académico de la Facultad de Ciencias Biológicas, director del SECOS e investigador CAPES, Stefan Gelcich, en el cual estudiaron los proyectos de ley medio ambientales, entre los años 2010-2020 , en temas como agua, aire, suelo, residuos, cambio climático, energía, paisaje y territorio, minería, bosque y pesca. De acuerdo a esta investigación, en total se tramitaron en este periodo 63 proyectos de ley en los que fueron discutidos en 27 comisiones legislativas de ámbas cámaras del Congreso; pero de las 1.297 personas que participaron en el debate de esos proyectos durante la década estudiada, sólo 86 fueron académicos. Asimismo, se evidenciaron ciertos sesgos de género o el hecho de que la mayoría de las personas participantes provenían de Santiago.
Francisca Reyes cuenta que muchas veces en el seguimiento de la discusión y aprobación de ciertos proyectos de ley, cuesta entender omisiones o errores que cometen quienes legislan. “También ocurre que no hay mucha diversidad en la información que llega al Congreso o que hay ciertos sesgos. Lo que falta es que exista un debate informado por el mejor y más diverso conocimiento disponible y que sea más abierto, que permita que se discuta y valore la evidencia científica como parte fundamental del proceso de formación de la ley”, dice.
Se trata de un problema que se reitera a nivel internacional, con brechas que se explican por la cultura y lenguaje diferentes que tienen académicos y congresistas, así como por la falta de incentivos y capacidades de los académicos para participar de estos procesos. Francisca Reyes comenta que cuando los costos políticos o económicos de una medida son relevantes para grupos determinados, estos harán lo posible para evitarlos, y por otro lado, muchas veces quienes se desempeñan como investigadores, consideran que su rol está centrado en aportar a través de sus publicaciones científicas más que en proponer alternativas y soluciones concretas de política pública. Cuenta que a menudo ocurre que académicos que van al Congreso tienen experiencias no satisfactorias, en parte, al estar poco preparados para participar en instancias que difieren significativamente de las audiencias tradicionalmente académicas a las que se enfrentan, realizando intervenciones más aptas para un salón de clases o seminario disciplinar, que para una audiencia pública de un comité legislativo.
Trabajo colaborativo
Junto a Francisca Reyes, se sumó a Vincula un equipo interdisciplinario conformado por Andrea Rodríguez, co-directora de Vincula y académica de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Concepción; Marcelo Arenas, director del Instituto Milenio de Fundamentos de Datos y profesor de Ingeniería UC; y la académica de la Escuela de Diseño UC, Katherine Mollenhauer.
Actualmente, la iniciativa incluye a doce universidades chilenas (Universidad de Concepción, Pontifica Universidad Católica de Chile, Universidad de Los Andes, Universidad Católica del Maule, Universidad de Magallanes, Universidad Católica del Norte, Universidad de la Frontera, Universidad de Chile, Universidad de Santiago, Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Universidad Católica de Temuco, Universidad Austral de Chile), que a través del proyecto podrán potenciar su participación en el proceso legislativo y así también, cumplir con su compromiso público y contribuir al bien común, misión relevante de las casas de estudio con vocación pública.
Además, entre los aliados clave de Vincula, está el Senado, la Cámara de Diputadas y Diputados y la Biblioteca del Congreso Nacional, especialmente aquellos expertos legislativos que prestan asesoría técnica a los parlamentarios. “El conocimiento de los académicos y la evidencia que manejan puede permitir que la calidad de la discusión legislativa mejore, debido a que algunos supuestos técnicos de la deliberación podrán ser comúnmente aceptados, permitiendo a los parlamentarios concentrarse en la discusión sobre la pertinencia política o no de las propuestas legislativas”, afirma Guido Williams, jefe de Asesoría Técnica Parlamentaria de la Biblioteca del Congreso Nacional. El abogado además puntualiza que el conocimiento científico también es útil para la función fiscalizadora de quienes se desempeñan como diputados. “Les permite ejercer el control de los Actos de Gobierno, especialmente de la ejecución de políticas y programas públicos. Me parece que Vincula puede ayudar a mejorar de manera apreciable la deliberación político legislativa del Congreso Nacional”, concluye.
La iniciativa cuenta con 26 embajadores, quienes son académicos destacados de las universidades Vincula, entre ellos los directores SECOS, Stefan Gelcich y Pilar Haye, junto a las investigadoras Laura Farías y Carolina Rojas.
Aunque Vincula es una iniciativa pionera y única en América Latina, hay otras entidades con las que colabora y recoge buenas prácticas a nivel internacional, como Research Impact Canada, Universities Policy Engagement Network (Reino Unido), Advancing Research Impact in Society (Estados Unidos) y Africa Research and Impact Network. Estas cinco iniciativas forman parte del Research Impact Network, siendo Vincula la única representante a nivel latinoamericano.
El requisito para ser miembro de Vincula es pertenecer a una universidad chilena, con vocación pública y acreditada en el área de investigación por la Comisión Nacional de Acreditación, o a centros de investigación de excelencia, como son los institutos milenio, centros FONDAP, centros basales y regionales.
Experiencia previa
Pese a la distancia que hay entre quienes producen el conocimiento y los tomadores de decisiones, hay ejemplos de conexiones exitosas entre la ciencia y la política, como ocurrió con el anteproyecto de la ley de suelos. Uno de los principales textos de esta iniciativa contó con el aporte de un grupo de 30 científicos coordinados por Mónica Antilén, académica y directora de la Escuela de Química de la UC. “Mónica coordinó durante casi dos años esta mesa de científicos para hacer este anteproyecto de la ley de suelo, y en esa instancia también participó un grupo de abogados que aportó en la redacción, mostrando evidentemente su conocimiento, capacidad de innovación, pero también flexibilidad”, cuenta Francisca Reyes.
En esta lógica la directora de Vincula explica que, en la colaboración, es importante que se respeten los roles. Mientras el académico aporta conocimiento, antecedentes relevantes y evidencia científica sobre los temas que afectan a la sociedad, el político finalmente es el encargado de tomar la decisión que puede sostenerse social, económica, política y científicamente. “La ciencia es un insumo muy valioso que tiene que estar presente, pero nadie puede pretender que sea el único elemento a tomar en consideración”, dice.
Actualmente, en el proceso de marcha blanca de Vincula, hay diversas universidades que se están integrando a la plataforma a través de un proceso de entrega de datos de productividad científica, cuestión que va emparejado en ciertas ocasiones con la mejora que están haciendo las universidades de sus sistemas de registro de datos, bajo un esquema alineada con el concepto de ciencia abierta, que busca facilitar que los datos se encuentren ordenados, disponibles y públicos.
“Estos cambios no suceden por osmosis, aquí tiene que haber un compromiso público y de la institucionalidad de ciencia y tecnología del país, así como una decidida determinación de las universidades de que es importante que se promuevan instancias concretas que, como Vincula, permiten extender el impacto del conocimiento que generamos para el bienestar de toda la sociedad, y trabajarlo colaborativamente en alianza”, sostiene Francisca Reyes, quien admite que una plataforma como esta requiere vencer ciertas trabas culturales, por lo cual necesitan de mucho trabajo, compromiso y convicción del rol público que el conocimiento y quienes lo producen tienen en la sociedad.
Pese a las resistencias, ella es optimista. La coyuntura del Covid-19 relevó la importancia de que las decisiones públicas fueran validadas por la ciencia y también la relevancia del aporte de las universidades. “Ningún país del mundo se desarrolla si no tiene buena regulación, y ésta pasa porque sea informada y respaldada por la evidencia y el conocimiento”, concluye.
Las inscripciones de académicos en la plataforma se inició a fines de diciembre pasado y el objetivo es que sigan incrementándose con su próximo lanzamiento, que se realizará el 26 de mayo a las 12:00am, en el salón Aquiles Portaluppi de la Facultad de Derecho de la UC, en Casa Central, y que también será transmitida a través del canal oficial de Vincula en YouTube.