
23 Jan Confianza institucional y apoyo a los productores: claves para prepararse frente a los florecimientos de algas nocivas
Un estudio liderado por investigadores chilenos revela que consumidores estarían dispuestos a pagar más por productos del mar, si parte de los ingresos se destinan a financiar políticas de monitoreo y compensación a los productores afectados por el florecimiento de algas nocivas. Sin embargo, la confianza en los gobiernos emerge como un factor clave para el éxito de estas iniciativas.
Hace algunas décadas, los florecimientos de algas nocivas (FAN) eran fenómenos localizados, afectando a unos pocos países. Sin embargo, el cambio climático y la actividad humana han transformado profundamente los ecosistemas acuáticos. Factores como el calentamiento progresivo de los océanos, su acidificación, desoxigenación y el aumento de nutrientes en las aguas costeras han ampliado considerablemente las zonas afectadas. Hoy en día, los FAN representan una amenaza para la mayoría de los países costeros, impactando la salud pública, las actividades recreativas, el turismo y la pesca artesanal e industrial.
En Chile, la crisis de florecimientos de algas nocivas de 2016 fue un ejemplo claro de su impacto. Este evento representó la mayor mortalidad en piscifactorías registrada a nivel mundial, con pérdidas económicas estimadas en 800 millones de dólares, equivalentes al 0,3% del PIB chileno. Estas cifras, sin embargo, no capturan el costo total de los FAN, pues no incluyen los impactos indirectos en sectores clave ni los efectos sociales y ambientales a largo plazo.
Ante esta problemática global, un equipo interdisciplinario de investigadores del Instituto Milenio en Socio-Ecología Costera (SECOS), Universidad del Desarrollo, Centro CAPES, entre otras instituciones, desarrolló una innovadora metodología para abordar este desafío. El estudio, publicado en la revista Journal of Environmental Management, propone un enfoque que integra la valoración económica de los florecimientos de algas nocivas con el análisis de políticas específicas. Esta perspectiva busca no solo cuantificar el impacto de los FAN, sino también guiar la implementación de medidas efectivas que mitiguen sus consecuencias.
El líder del estudio Felipe Vásquez-Lavín, director de Investigación de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad del Desarrollo e investigador del SECOS, señala que en el estudio encontraron que en otras investigaciones “muchas evaluaciones económicas de los impactos de los florecimientos de algas nocivas no están vinculadas a un análisis de costo-beneficio de políticas específicas. Es un error asumir que todos los costos de estos eventos son evitables, ya que, en la realidad, muchos de ellos son inevitables”.
El también investigador del Centro CAPES, agrega que, por ejemplo, “al generar restricciones de consumo de mariscos contaminados, se evita por un lado las enfermedades o muertes y por otro sus costos asociados. Por el contrario, el costo asociado al cierre de una playa es evitable solo en la medida que uno pueda detener el evento de FAN. Si esto no es posible, ese costo es inevitable. En otras palabras, es necesario identificar la política o intervención, y luego identificar los costos y beneficios de esa política. Lamentablemente no todo el costo económico del evento se puede evitar”.
Impacto en los consumidores y el mercado
En este sentido, el estudio revela un hallazgo significativo: los consumidores están dispuestos a pagar más por productos del mar, como los mejillones (choritos), si estos ingresos se destinan a financiar políticas que mitiguen los efectos de los FAN.
Entre las razones principales detrás de esta disposición, Roberto Ponce, director del Centro de Sustentabilidad Empresarial de la Universidad del Desarrollo e investigador del SECOS, destaca tres factores clave: “en primer lugar, la reducción de incertidumbre: los consumidores valoran la implementación de un sistema de monitoreo temprano que permita anticipar los episodios de FAN y reducir los riesgos de consumir mariscos contaminados. En segundo lugar, la confianza en la seguridad alimentaria: las políticas propuestas incluyen mecanismos de certificación que aseguren que los productos del mar disponibles en el mercado provienen de zonas no afectadas por FAN. Finalmente, la solidaridad con los productores locales: los consumidores ven con buenos ojos la creación de un fondo de compensación para apoyar financieramente a los productores afectados, como una forma de promover la equidad y proteger las economías locales”.
Sin embargo, en relación a esta disposición de los consumidores, el estudio destaca que la confianza en los gobiernos influye directamente en la disposición de los ciudadanos a financiar este tipo de iniciativas.
“Aquellos ciudadanos que confían en que el gobierno proporcionará información oportuna y precisa sobre los riesgos de FAN tienen una mayor probabilidad de estar dispuestos a pagar por estas políticas. En cambio, los ciudadanos con baja confianza en el gobierno tienden a dar respuestas negativas sobre su disposición a pagar. En general la política pública chilena en cuanto a monitoreo, información y educación de FAN goza de una buena evaluación por parte de la ciudadanía, ya que ha sido efectiva en evitar contaminación por consumo de alimentos”, menciona Vásquez-Lavín.
En esta línea, el estudio, que también tuvo participación de investigadores de la UDEC, UC y UCSC, subraya la importancia de la participación tripartita -gobierno, industria y consumidores- para reducir el impacto en el turismo y la pesca, promoviendo la sostenibilidad financiera de las políticas y asegurando que los costos se distribuyan de manera justa entre los beneficiarios. De esta forma, los resultados de este estudio son una invitación a repensar las estrategias frente a los florecimientos de algas nocivas.
Si bien estos fenómenos no se pueden evitar por completo, es posible reducir su impacto a través de medidas informadas y colaborativas. “Este enfoque promueve la sostenibilidad financiera de las políticas y asegura que los costos se distribuyan de manera justa entre los beneficiarios. Tanto para pesca, turismo y salud es importante la confianza institucional para que las personas tomen las medidas adecuadas frente a la crisis. Transversal a todos los sectores, es tener un sistema de monitoreo eficiente y oportuno, con mecanismos de información adecuados. Se necesita el diseño de políticas claras, alineadas con objetivos específicos y mecanismos de implementación concretos”, concluye Ponce.