Investigadores resaltan integración de conocimientos y colaboración como claves para avanzar en sustentabilidad en el Golfo de Arauco

El Instituto Milenio en Socio-Ecología Costera (SECOS), el Instituto Milenio de Oceanografía (IMO) y el Centro de Ciencias Ambientales EULA de la Universidad de Concepción, presentaron resultados de varias investigaciones realizadas en el Golfo de Arauco y desde múltiples áreas disciplinarias, a fin de presentar y discutir evidencia científica reciente que contribuya a los procesos de toma de decisiones por parte de autoridades regionales. 

La gobernanza, planificación territorial, dinámica oceanográfica costera, el rol de las descargas del Río Biobío, contaminación y los efectos del cambio climático en comunidades y especies de interés socioeconómico, fueron algunos de los temas que presentaron investigadoras y científicos.

La región del Biobío, y en particular el Golfo de Arauco, cuentan con la mayor cantidad de observaciones de varazones históricas a nivel nacional. Según distintos estudios, este fenómeno se ha incrementado de forma exponencial desde el año 2006 a la fecha, siendo las comunas de Coronel, Tomé y Arauco, las más afectadas. De estas varazones ocurridas en los últimos 15 años, el 90% han ocurrido en verano, lo que impacta directamente en las actividades productivas, turismo y de subsistencia de las comunidades costeras en la zona. 

En esta parte de la región del Biobío, también ocurren distintos procesos naturales y actividades humanas, dando paso a complejas interacciones socioecológicas entre ecosistemas y comunidades. Fenómenos como el afloramiento o “surgencia”, lleva a la superficie nutrientes que sustentan la productividad de la zona, pero también aguas frías, ácidas y con poco oxígeno para las especies. La zona, también presenta una de las descargas de agua dulce más importantes de Chile desde el río Bio-Bio y un cañón submarino que la divide, que cumple un rol relevante en las corrientes marinas. 

Pero a su vez, es un área de múltiples usos, incluyendo importantes pesquerías bentónicas y pelágicas, acuicultura de pequeña escala, turismo, actividades industriales y una profusa actividad portuaria.

Lo anterior, genera una necesidad de planificación y gobernanza territorial integrada que considere estos y otros factores, que empuja a contar con una mirada interdisciplinaria para abordar los desafíos de sustentabilidad para el golfo.

“El Golfo de Arauco es una zona con alta complejidad, donde interactúan una serie de actividades humanas y que actualmente presentan vulnerabilidad, producto no solo de esta multiplicidad de actividades antrópicas, sino por los efectos del cambio climático, que también impacta a otras zonas costeras de Chile”, explica Cristian Vargas, académico de la Universidad de Concepción e investigador de los Institutos Milenios en Socio-Ecología Costera (SECOS) y de Oceanografía (IMO) y el Centro EULA.

Para abordar estos desafíos desde la ciencia y la toma de decisiones, el Instituto Milenio en Socio-Ecología Costera (SECOS), el Instituto Milenio de Oceanografía (IMO) y el Centro EULA de la Universidad de Concepción, realizaron el pasado 13 de septiembre el seminario “Interdisciplina para la Sustentabilidad en el Golfo de Arauco”, donde se presentaron resultados e investigaciones desde múltiples enfoques.

El evento estuvo dirigido especialmente a actores públicos y privados a nivel regional y comunal, a fin de contribuir a informar a procesos de toma de decisión. “Es importante que los resultados generados por la comunidad científica en universidades y centros de investigación, sean comunicados a las autoridades competentes, organismos públicos y privados, y a la sociedad civil, de forma no sólo de fortalecer la interacción entre ciencia y políticas públicas, sino también fortalecer una cultura científica que aporte de manera significativa a la toma de decisiones”, añade Vargas.

Colaboración: la clave para comprender el Golfo de Arauco

En la instancia, participaron investigadores y científicas del Centro EULA de la Universidad de Concepción, la Universidad Santo Tomás y la Universidad Católica, así como de los centros de excelencia ANID; Instituto Milenio SECOS, Instituto Milenio de Oceanografía y Centro Cigiden.

“La colaboración es clave para entender la interacciones entre el río y el océano en esta parte de Chile. En particular, se trata de articular una mirada común entre los que miramos el proceso desde el continente al mar y aquellos que lo observan desde el mar al continente. Necesitamos juntar ambas miradas y articular acciones que permitan dotar de la necesaria sostenibilidad a este ecosistema. La construcción de colaboración y el establecimiento de las confianzas entre los actores involucrados es vital si queremos avanzar a metas más ambiciosas, pero con una sólida base científica”, explica Ricardo Barra, director del Centro EULA de la Universidad de Concepción, investigador SECOS y del Centro de Recursos Hídricos para la Agricultura y la Minería (CRHIAM).

“A través de la integración de saberes locales y ancestrales, el diálogo, la colaboración, se puede generar conocimiento que es capaz de abordar problemas complejos en los territorios costeros, que hoy son fuertemente afectados por la antropización. El enfoque de inter y transdisciplina proveen una tremenda oportunidad para reducir la vulnerabilidad y aumentar la resiliencia social en la zonas costeras, principalmente en áreas rurales que dependen, por ejemplo, de la pesca artesanal o de actividades ancestrales”, señala Carolina Martínez, académica de Geografía UC, directora del Observatorio de la Costa e investigadora SECOS y CIGIDEN.

El seminario se realizó en el nuevo auditorio de la Facultad de Ciencias Ambientales (Centro EULA) de la Universidad de Concepción y contó con un programa completo de breves presentaciones y una mesa redonda hacia el final.

Revisa el programa aquí: