En SECOS, abordamos la co-producción de conocimientos bajo cuatro principios básicos*:
Basada en contexto. Local, regional, nacional y global. Considera las necesidades, intereses, problemáticas de los diversos grupos involucrados.
Pluralista. Reconoce múltiples formas de conocer y hacer. Reúne múltiples formas de conocimientos y expertise. El conocimiento resultante se fortalece con múltiples enfoques y dimensiones.
Orientada a metas. Se enfoca en el problema y se beneficia con metas y objetivos compartidos entre todos, los que también son flexibles, evolucionan y se pueden revisitar.
Interactiva. Requiere una interacción constante entre los participantes durante todo el proceso de co-producción. La interacción y participación promueven el intercambio de conocimiento, construye diálogo y confianzas, además de hacer que el proceso y resultados se perciban creíbles, relevantes y legítimos.
En SECOS, nos basamos en el estudio de unidades experimentales socio-ecológicas de pequeña y mediana escala (ver imagen), entendidas como Plataformas de Aprendizaje (PA).
En estas plataformas, que también pueden considerarse como laboratorios naturales, los investigadores e investigadoras promoverán la interdisciplina y el co-aprendizaje para la generación de conocimientos. Así, las PA abordarán temas fundamentales de tres importantes sistemas socio-ecológicos costeros: la pesca artesanal, la acuicultura y el desarrollo costero.
*Los principios de co-producción de conocimiento para la sustentabilidad, los encuentran en detalle en este artículo de Nature Sustainability con participación del director de SECOS, Stefan Gelcich. Principles for knowledge co-production in sustainability research.
A continuación, algunos ejemplos de co-producción en el contexto de investigación del SECOS:
En el marco de un convenio de colaboración entre el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (SERNAPESCA) y el Instituto Milenio SECOS, se ha desarrollado un proyecto enfocado en entregar herramientas a los funcionarios y funcionarias encargadas de la fiscalización y el combate a la pesca ilegal.
El proyecto, liderado desde SECOS por el investigador Rodrigo Oyanedel, tiene por objetivo implementar metodologías que permitan mejorar la detección de la pesca ilegal e instalar capacidad institucional.
La iniciativa partió en la Región del Biobío, donde fue presentado el programa y se realizó la primera capacitación a 20 funcionarios y funcionarias del programa de fiscalización pesquera, certificación de desembarque, unidad de análisis y programa jurídico.
Los talleres se han realizado en las regiones de Coquimbo, Valparaíso, Maule y Los Lagos, relacionados con las pesquerías estratégicas de las algas pardas, merluza común, las pesquerías pelágicas, la merluza del sur y el congrio dorado, además de las pesquerías de relevancia.
El proyecto tiene una duración estimada de dos años y comprende varias etapas, siendo la primera la construcción de una metodología de perfilamiento de agentes y causas que provocan la pesca ilegal. De esta manera, se han realizado encuestas dirigidas a funcionarios fiscalizadores para determinar a juicio experto los temas de pesca ilegal que enfrentan diariamente los funcionarios del servicio.
Los próximos pasos a seguir en la implementación de este proyecto, irán en la línea de la conformación de equipos regionales encargados de diseñar y mejorar la herramienta de detección y la variable de perfilamiento relacionada con la pesca ilegal.
Las algas cumplen funciones esenciales para la vida en los océanos y las personas que se benefician directa o indirectamente de ellas. Y es que sirven como alimento y hábitat para una gran diversidad de especies marinas, además de producir oxígeno y absorber CO2. También, los bosques azules sirven como refugio para una gran cantidad de especies de peces y crustáceos que forman parte del sistema alimentario acuático.
En estudios recientes las algas además se han develado como bioindicadores, organismos que acumulan contaminantes en sus tejidos, y que por lo tanto entregan información relevante sobre los impactos de las actividades humanas en el mar. Sin embargo, en las últimas décadas en Chile se ha evidenciado una importante disminución en las poblaciones naturales de algas debido a su explotación desmedida, lo que se suma a la ausencia de iniciativas de cultivo a gran escala.
Estas características de las algas son especialmente importantes en comunas como Horcón, zona marcada por uno de los complejos industriales más contaminantes, en donde operan refinerías, empresas metalúrgicas, productoras de cemento, entre otras industrias, que a lo largo de los últimos años han afectado la salud de los habitantes de la zona y del ecosistema marino de la bahía de Quinteros y Puchuncaví.
Así, para hacer frente a la disminución de los bosques de algas y mantener la salud del ecosistema marino, el Sindicato de Pescadores Artesanales de Caleta Horcón, organización que cuenta con un Área de Manejo y Explotación de Recursos Bentónicos (AMERB), junto al Instituto Milenio en Socio-Ecología Costera (SECOS) y la empresa Bitecma Ltda., decidieron realizar un proyecto de repoblamiento de algas en la caleta.
Encuentra más información sobre este proyecto en esta noticia: https://socioecologiacostera.cl/2023/08/proyecto-pionero-entre-ciencia-y-pesca-artesanal-busca-recuperar-bosques-de-algas-en-caleta-horcon/
Más de tres mil pescadoras y pescadores artesanales de la zona centro sur de Chile trabajan en la pesquería de la merluza común. Su fama es transversal, siendo uno de los peces más consumidos en Chile. Sin embargo, pese a algunos signos de recuperación, desde 2013 que la merluza común ha transitado entre los estados de sobreexplotación o agotamiento. Este crítico escenario abre las puertas hacia la actividad ilegal y genera fuertes tensiones entre los diferentes actores que se desenvuelven en esta pesquería.
En este contexto, el estudio “Hacia la sustentabilidad en la pesquería artesanal de merluza común”, desarrollado por las organizaciones Oceana, Future of Fish, Advanced Conservation Strategies y el Instituto Milenio en Socio-Ecología Costera (SECOS), presenta distintas medidas que aportarían en la recuperación de la merluza común, actualmente sobreexplotada.
El reporte, precisamente, plantea centrar los esfuerzos institucionales en el conocimiento de la cadena de valor de la pesquería y de este modo reducir los niveles de pesca ilegal y no declarada, identificar el rol de la intermediación, además de mejorar la oferta de pesca legal de merluza común, lo que converge con las acciones que el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca) está llevando adelante.
La iniciativa, es liderada por el investigador SECOS Rodrigo Oyanedel, también del Centro Ideal, quien plantea que intervenir en esta pesquería es un trabajo de co-producción que requiere la coordinación entre diferentes actores. “Este documento presenta un modelo para analizar el efecto de intervenciones que están respaldados por evidencia nacional e internacional, además de no requerir cambios regulatorios, sólo se necesitan reenfocar esfuerzos, utilizar instrumentos existentes de forma más coordinada, y tender redes en lugares donde han estado ausentes”.
Accede al documento: https://socioecologiacostera.cl/wp-content/uploads/2023/05/Informe-Merluza-2023-1.pdf
Durante alrededor de dos décadas, la Bahía de Algarrobo, en la región de Valparaíso, se ha visto afectada por una excesiva proliferación de algas denominada “marea verde”, fenómeno que ha ido en aumento y cuyas causas aún se investigan. Durante todo el año, sectores de la bahía que antes eran de arenas limpias se cubren con un manto grueso de algas del género Ulva, que al descomponerse deterioran el sector e impactan de forma negativa a la comunidad, al afectar el turismo, la pesca artesanal y el propio ecosistema. El problema es de tal magnitud, que la municipalidad se ha visto obligada a remover la biomasa con maquinaria pesada, lo que a su vez genera impactos adicionales a la playa.
En ese contexto, un grupo de investigadores del Instituto Milenio en Socio-Ecología Costera (SECOS), la Universidad Andrés Bello (UNAB) y otros centros científicos del país, lleva más de dos años investigando este fenómeno con el fin de identificar las especies de algas y explicar por qué se produce esta proliferación. Recientemente, publicaron sus hallazgos en la revista Plants , dando cuenta de la primera caracterización de mareas verdes en Chile y el Pacífico Sur, publicación liderada por Loretto Contreras, académica del Departamento de Ecología y Biodiversidad de la Universidad Andrés Bello e investigadora de SECOS y del Centro CAPES.
Las causas que originan este fenómeno aún están en proceso de investigación por un grupo de investigadores de varias universidades y centros de estudio, pero, “lo más probable es que sean múltiples y relacionadas a una combinación de acciones antrópicas y factores ambientales”, explica el académico de la Pontificia Universidad Católica de Chile e investigador SECOS, Sergio Navarrete, co-autor de la publicación y quien coordina esa línea investigativa.
Encuentra más detalles sobre este proyecto y sus resultados en este enlace: https://socioecologiacostera.cl/2024/05/descubren-que-marea-verde-de-algarrobo-estaria-compuesta-por-al-menos-cinco-especies-de-algas/
infografía sobre resultados:
https://socioecologiacostera.cl/wp-content/uploads/2024/05/Comprendiendo-la-Composición-de-las-Mareas-Verdes-3-791×1024.png